viernes, 28 de octubre de 2011

EL VENDEDOR AMBULANTE DE NARANJAS

El vendedor de naranjas en una auca del siglo XVIII de vendedores ambulantes de Barcelona. ("Costumari" de Joan Amades)

A inicios de noviembre empezaban a llegar las primeras naranjas de Valencia. En todas las poblaciones de la costa donde era fácil atracar, se desplazaban barcas de vela cargadas de naranjas, que se amontonaban en la playa. Las vendían desde un real o dos al cien, según la calidad y el año. Gente de Valencia vestida con “saragüells” y “jupetí”, se desplazaba por nuestros pueblos para vender naranjas por la calle.

Vendedor de naranjas en una auca de vendedores ambulantes del segundo tercio del siglo XIX
("Costumari" de Joan Amades)


La mayoría las transportaban en grandes cestos de caña. También había vendedores con carretones planos. Solían pregonar las naranjas con una típica cancioncita. Entre las muchas que se utilizaban destaca aquella que decía: "¡Chinas y cañadú, las llevo!"



El vendedor de naranjas según un romance de inicios del siglo XIX
("Costumari" de Joan Amades)







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